Incómoda Sociedad:



Hace mucho tiempo que tengo un problema, o al menos, yo lo considero como tal: soy alguien que no soporta estar cerca de las personas, soy alguien que no puede iniciar una conversación con otra persona de una forma completamente normal, soy alguien que no es del todo sociable y que le gusta estar lo más alejada posible de la gente, es bastante incómodo. Todo esto, empecé a notarlo cuando se me acercaba alguien en mi época de adolescente y, simplemente no sabía qué decir o cómo comportarme, son las típicas situaciones que me provocan cierta confusión e incomodidad. Tener que controlar cada palabra que sale de mi boca es un completo suplicio, ya que, me gusta ser directa y no tener absolutamente ningún problema en responder claramente y sin tapujos a cualquier cosa que la persona que tengo enfrente me diga, pero otras personas parece que no lo ven así.

- Ya sabes que debes relacionarte con los demás, no puedes quedarte siempre alejada de ellos como si no te importaran - dijo mi hermano francamente preocupado - Veo que te sientes apartada del mundo y no sé cómo puedes soportar eso...

- No lo soporto, solo convivo con ello. No te preocupes, estaré bien - le respondí añadiendo una tímida sonrisa, quería que dejara de preocuparse por mí, desde que murieron nuestros padres no me ha dejado sola ni un segundo, necesito que respire un poco - La gente solo es gente, nada más importante.

Supongo que esa respuesta no le relajó lo más mínimo, su cara mostraba que seguía preocupado por mí. Hacía unos cinco años que nuestros padres no estaban, murieron en un fatídico accidente de coche muy cerca de nuestra casa y, desde ese momento tan duro, frío y desolado, él tuvo que cuidar de mí y ser la persona en la que podía confiar. Últimamente no dejaba de darme consejos sobre cómo debía comportarme en sociedad, la cosa que más pánico y desprecio me da, no puedo simplemente sentarme al lado de una persona y darle conversación como si la conociera de toda la vida... podría ser un violador, un psicópata o simplemente la típica persona superficial que corretea a tu alrededor para encontrar a alguien con el que pasar el tiempo o con el que echar un polvo; en este mundo todo se resume en intereses y beneficios, nadie es amable solo por amor al arte, lo es porque quiere algo a cambio.

Mi hermano Matt ha estado llevándome a una psicóloga que ahora mismo me miraba fijamente, como si yo tuviera algún tipo de problema facial, algo con lo que también se equivocaba. Ya le dije a Matt que no me hacía falta esto pero, como siempre, él pensó que era lo mejor, llevar a su hermanita pequeña a una especie de loquero que ya bastante tenía con sus problemas que también tenía que cargar con los míos, es penoso ...

- Llevas viniendo un par de semanas, creo que aún nos quedan varias sesiones para hacer que consigas relacionarte con otras personas, la sociedad sirve para eso, para ser una persona individual que tiene interacción con otras; no lo creerás pero, para crecer en este mundo, hace falta compartir y relacionarse, sino no puedes evolucionar - sí, toda su palabrería sonaba preciosa, pero nadie sabía por lo que estaba pasando, nadie sabe qué se siente siendo un puto marginado toda tu vida y, de pronto, tener que esforzarte tantísimo y fingir tanto para conseguir conectar con alguien, es una completa pesadilla -.

- El problema es que no tengo la necesidad de relacionarme con ellos, son una pérdida de tiempo, siempre me hacen daño y no hacen más que estorbarme, ¿qué se supone que debo hacer? - le pregunté algo indignada, siempre me ocurría lo mismo - Todo mi alrededor se aleja de mí por alguna extraña razón, no sé si es por mi semblante serio, mi carácter o simplemente por este careto que tengo, pero me doy cuenta de que a ellos tampoco es que les guste ni se molesten siquiera por mantener una amistad verdadera conmigo.

- Creo que en ciertas ocasiones no sabes cómo reaccionar, por ello, sueles tener ese problema. Lo mismo no te hablan porque les pareces una chica seria, podrías sonreír, enseñar un poco esa simpatía que tienes escondida y conseguir empezar una conversación con alguien, puedes empezar haciéndole un cumplido a la persona que tienes delante, no sé...

- ¿Aunque no lo sienta? Porque verdaderamente, no siento que tenga que decirle a alguien que está muy guapo/a si no me lo parece, o decir que me gusta un tipo de música que realmente no lo hace, decirles cosas que ni siquiera son verdad... Parece que tenga que ponerme una máscara y fingir, ¿es eso? porque la verdad, eso va totalmente en contra de mis principios y estoy harta de que me digan qué es lo que debo o no debo sentir, es algo horrible...

Finalmente, esta sesión resultó ser un desastre pero, la psicóloga Mary hizo que me llevara trabajo a casa para practicar, quería que saliese a cenar con mis compañeros de clase; con esos críos malcriados de la universidad que aún no saben dónde tienen el culo, que sus padres les tienen que pagar todo y que al final acaban jodiéndote pero bien, todo por envidia cochina. Es decir, en esa cena tenía que comportarme como la persona más hipócrita conocida en este mundo, pero la cuestión era: ¿podría hacerlo o me volvería una homicida incapaz de controlar sus impulsos?

Por desgracia, llegó la cena y según Matt yo estaba preciosa con mi cabello castaño recogido, mis ojos del mismo color maquillados con una sombra de color dorado, mis labios pintados con un poco de carmín y vestida con unos vaqueros algo rotos, una camiseta de cuadros de colores y unas Vans negras; lo siento, era mi puto estilo, nadie podía quitarme algo tan personal o criticar algo de lo que no tiene ni idea, así que, iría vestida así, como me daba la gana. La cena era en un restaurante situado en el centro, era barato e irían todos los de mi clase de Derecho, todos los cerebros de hormiga que se encontraban estudiando el segundo año conmigo, genial. Primero, llegamos los puntuales, es decir, yo y otra pareja que hacía poco que salían juntos, los cuales, se estaban morreando como si no hubiera un mañana, así que, pasé de hablarles, era una pérdida de tiempo hablar a gente que no te va a escuchar; al cabo de unos veinte minutos, apareció el resto del rebaño, un montón de imbéciles tardones que nos habían hecho esperar debido a que habían preferido pasar antes a comprar bebida, qué bien...

Cuando estuvimos todos sentados en las mesas que tuvimos que juntar para cenar, empezaron a hablar sobre asuntos de videojuegos los tíos y de manicura y demás mierdas las chicas; eran conversaciones tan banales y estúpidas que no sabía exactamente con cuál de ellas perder el tiempo.

- ¿Tú qué dices, Sonia? ¿El rojo o el azul? - una de las chicas me preguntaba qué color de pinta uñas prefería más, otra estupidez de las suyas, parecía que me tocaba responder -.

- ¿Tiene que ser entre esos dos colores? Porque no me gusta ninguno - sí, creo que había sido un poco brusca, pero no se me ocurrió nada mejor, era una pregunta absurda, no era mi culpa -.

- Bueno, no sé, ¿de qué color te las pintarías tú? - seguía mirándome con aquella cara de: "creo que eres rara, pero no quiero que lo notes" -.

- Negras, comos siempre - respondí, mientras levantaba mis manos enseñándoselas a aquellas cinco cotorras, era evidente que iba a elegir ese color -.

No me volvieron a dirigir la palabra hasta que trajeron la comida, era un sándwich vegetal con un montón de mayonesa y parecía de lo más apetecible. Mordisco tras mordisco, todo me parecía incómodo y todas las miradas se cruzaban de unos a otros, las sonrisas complacientes ocupaban el lugar donde nos encontrábamos y las tonterías solían provocar ciertas risas estúpidas. Me parecían criaturas de otro planeta, no sentía que encajara en todo aquello, me sentía incómoda y sucia tratando de sonreír y reírme con todo lo que decían, era deprimente y no podía seguir con toda aquella farsa, me daban ganas de vomitar.

- ¡Podríais dejar de hablar de gilipolleces! - exclamé de sopetón, ni siquiera esperaba que explotara tan pronto, esperaba aguantar hasta después de la cena, pero pareció imposible - Sois tan manipulables, materialistas, superficiales y egoístas, a parte de hipócritas... tenéis cada payasada que contar y cada crítica que lanzar a alguien que no prestáis la mínima atención a vuestras cagadas - les solté aquello con total normalidad pero levantando un poco la voz, para que vieran que iba en serio. Todos seguían en silencio, mirándose pasmados unos a otros - Yo me largo de aquí, esto es sofocante.

Sí, esto me confirmó que era imposible que yo consiguiera relacionarme con alguien, con una persona en la que pudiera confiar y que valiera la pena conocer, la verdad, ese tren debió de pasar hace muchísimo tiempo, en el momento en que yo nací, porque ni siquiera he sido capaz de cruzarme con una persona que de verdad me parezca interesante. Lo que es tremendamente difícil es conseguir conectar con alguien y, cuando crees que has encontrado a la persona, de pronto, tienes que olvidarla porque te has acabado colgando de ella y sin poder decirle lo que realmente sientes porque es muy complicado y eres el ser más raro del planeta. Siempre he pensado que o provengo de otro planeta o es que las personas, con solo mirarme a la cara tienen bastante material para criticarme y conseguir hacerme daño, tengo suerte de haberlo visto y escuchado todo para pasar de cada estúpida cosa que sale de sus sucias bocas.

No pienso que todas las personas sean malas o estúpidas, ni mucho menos, pero la mayoría son tan cargantes que preferirías estar en un matadero antes que soportando todo eso. No soy capaz de hacerle la pelota a nadie, no puedo hablar con soltura porque no soy capaz de empezar una conversación normalmente y me parece demasiado estar todo el día alrededor de la gente, es agobiante y a veces, no sé cómo lidiar con ello. Muchas veces, necesito escribir al menos, unas dos veces a la semana para conseguir el respiro que realmente merezco, el momento de tranquilidad que durante toda la semana busco y la soledad que disfruto en ese lugar y tiempo. La soledad no es mala pero, las personas no dejan de decir que no está bien estar solo toda la vida; lo que no ven es que así es como va a ser mi vida: solitaria, algo complicada (como todas, supongo), apartada de las personas y alguien que vive siempre al margen de todo y de todos, es algo inevitable.

Al llegar a casa, mi hermano estaba sentado en la mesa cenando. Su cara de sorpresa indicaba que esperaba que todo hubiera salido bien y que no me esperaba allí tan pronto, pero mi semblante hablaba por sí solo. Matt se giró hacia mí dejando el tenedor y el cuchillo en el plato y me prestó toda la atención posible.

- A penas son las diez y veinte, ¿habéis acabado de cenar tan pronto? - esa fue la pregunta que tanto esperaba y esa era justo la que quería evitar, sin éxito -.

- No preguntes, ha sido un desastre - le respondí, dejando el bolso colgado de la silla de la cocina y sentándome a su lado - No salió bien, eso es todo.

- ¿Qué ha pasado? - otra pregunta que quería evitar -.

- Hablaban de cosas tan superficiales y faltas de sentido que no podía seguir estando allí fingiendo que estaba agusto, ¿sabes? Aquello parecía el Templo del Mal, el Infierno y parecía que fueran a diseccionarme - le respondí, tan dramática como siempre -.

- Seguro que no ha sido para tanto, seguro que el lunes se arregla todo - me dijo, intentando consolarme. Su mirada era de completa ternura, me encantaba, ya que, me daba una sensación de seguridad y calma que nadie ha sido capaz de darme nunca - Ya saldrá mejor la próxima vez...

- La verdad es que la cagué pero bien, les dije todo lo que pensaba de ellos, incluido egoístas, hipócritas, etc. - bajé la cabeza y la dejé sobre la mesa, totalmente agotada -.

- No pasa nada, ve a dormir y mañana será otro día. Ya verás como a la próxima sale mejor y todo se arregla - su sonrisa era tranquilizadora, por supuesto, pero no por ello iba a ser verdad -.

Mi hermano era un optimista empedernido, a todo le encontraba una solución o una salida, lo intentaba ver todo de un modo más sencillo y fácil, de un modo más positivo. Era un chico valiente por haber seguido cuidando de mí sin ningún tipo de ayuda, era alguien ejemplar, alguien en quien confiar y en el que te apoyarías pasara lo que pasase, siempre sabes que está ahí para ti, pero siempre ha sido algo ingenuo, no puedo creer que piense que, después de la que he liado, todo se arregle y volvamos a ser compañeros de clase como si nada hubiera ocurrido. Intentaba pensar como él pero, no podía.

Al acostarme en la cama, pensé en todas aquellas personas que me habían traicionado, es algo que suelo hacer cada noche, para recordarme las cosas en las que creo y qué es lo que me ha llevado a llegar hasta este momento, sin esas personas no podría haberlo conseguido. Aunque tenga algo dentro de mí que no está del todo arreglado, no puedo simplemente dejarlo llevar todo y dejar que pase, tengo que poder alejarlo de mí, aunque haya sido lo que ha mantenido mi creatividad a flote. Mi pasado ha sido complicado por las personas, por el mundo e incluso, por mí, no soy una santa, pero todo es más sencillo cuando tienes un lugar en el que te sientes a salvo, algo con lo que te sientas cómodo o algo con lo que te sientes seguro, siempre tiene que haber algo que hace que te levantes cada mañana y consigas respirar, lo mío es la universidad, la escritura y la música, aparte de otras personas que puedan meterse en la ecuación pero, eso es lo que hace que una persona como yo pueda seguir adelante intentando lidiar con todo este tipo de personajes que existen, con todo tipo de gente insufrible que solo quiere ver cómo caes en el abismo o todo tipo de persona superficial que solo quiere ver qué par de pechos o trasero tienes para ver si te echa el guante, es absolutamente deprimente, pero este es el mundo en el que vivimos y es el mundo en el que moriremos, debemos aceptarlo... ¿o no?

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