Detective Spencer:




El cálido abrazo de mi hija Emily fue alentador después de haberme enfrentado al cadáver inerte de una joven de unos veinticuatro años dejada cerca de una carretera secundaria, llena de sangre y con aquellos ojos abiertos, los cuales, daban a conocer la nula esperanza que acabó teniendo y su mirada perdida, aquella que dejaba entrever la oscuridad por la que fue asesinada. La policía todavía no tenía claro si el culpable de esta tragedia fue el hermano o su ex marido, yo apuntaría hacia este último, ya que, la mayoría de los asesinatos que ocurren de esta manera dan lugar a pensar que en un noventa por ciento ha sido el marido o ex marido, si lo tuviera, aunque preferiría no precipitarme, quizá tuviera un amante...

Emily me miró con aquellos ojos verdes, los cuales, dejaban que vieras la profundidad que había en ellos y las ganas que tenía en ese momento de iniciar una conversación sobre el caso del asesinato de la joven, le chiflaban estos temas, aunque a mí no me gustara que se viera envuelta en homicidios teniendo tan solo quince años. Solamente le permitía investigar infidelidades y delitos informáticos, sabía perfectamente cómo dar luz a estas cosas, más de lo que yo podría.

- ¿Han identificado ya a la joven? - me preguntó con aquella curiosidad innata en ella, sobresalía por todos los poros de su piel -.

- No, todavía estamos esperando los informes forenses. La fallecida no llevaba ningún tipo de identificación encima, así que... a esperar - le respondí encogiéndome de hombros. La miré durante un momento y pensé lo afortunado que era teniéndola a mi lado, prefirió vivir conmigo dado que yo no me emborrachaba como un cosaco en bares y salía con cualquiera que tuviera órgano sexual masculino como su madre hacía todo el tiempo; a Emily le daba la sensación de que molestaba en su casa hecha para ser un picadero - ¿Has hecho algún progreso?

- Sí. El señor Miller le es infiel a su mujer con su secretaria, algo bastante típico - señaló la carpeta donde encima ponía: "CASO MILLER: INFIDELIDAD". Solía etiquetarlo todo, ya que, sabía que yo era un desordenado y un despistado, le gustaba que, cuando mi cliente estuviera delante yo supiera en todo momento de lo que me estaba hablando. Siempre cuidaba de mí - Te he redactado el informe también, para que puedas explicárselo con una mayor sutileza a su mujer, que te conozco - me sonrió entreviendo aquellos dientes blanquecinos como la leche -.

- Muy bien, has hecho un gran trabajo, pero creo que deberías salir un poco - le dije con tono condescendiente, desde hacía algunos años intentaba que Emily fuera más sociable pero no había manera, se negaba rotundamente a mantener cualquier relación social que se le presentara, decía que todo era forzado y que no podía estar con gente de esta índole: cruel e interesada -.

- Bien, en cuanto al coche que me dijiste que identificara pertenece a un tal Eduardo Sánchez, creo que es un narcotraficante. He hecho las fotos a su matrícula para que lo investigues - me respondió, eludiendo completamente a lo que le había dicho de sociabilizarse, parecía que nunca tenía ganas de hablar de ello, prefería pasearse por casa leyendo o ayudándome en casos cortos o escribiendo sobre crímenes - Creo que voy a tomarme la tarde libre, voy a escribir y colgaré la nota de "NO MOLESTAR".

A pesar de tener tan solo quince años, era una joven brillante que me sorprendía cada día, era capaz de tenerlo todo listo cuando se lo pedías, sabía observar y cerraba los casos en un par de días; además solía tener la entrada donde recibíamos a los clientes de lo más ordenada, limpia y cuidada de lo que le era posible, se pasaba el día en casa y sabía cómo manejarlo y controlarlo todo, era increíble. Francamente, lo que me preocupa es que se encierra en sí misma y no quiere relacionarse, ahora mismo puede ser algo que puede decidir y yo puedo respetarlo, pero cuando yo no esté no me gustaría que estuviera sola, me gustaría que tuviera el apoyo de alguien, ya que, es hija única y es bastante intensa. 

A la mañana siguiente, mi móvil sonaba una y otra vez antes de la hora que tenía previsto levantarme. Ya habían identificado a la víctima, era Elen Briskot; no sabía de qué me sonaba ese nombre pero, estaba convencida de que la había visto o investigado en algún lado, quizá Emily supiera algo... Me levanté de un salto, ya que, me necesitaban en la reunión matinal que iban a realizar los inspectores en la sala de reuniones de la policía. Me miré fijamente en el espejo, realmente tenía una cara de lo más horrible, mis arrugas se precipitaban a estar cada vez más caídas y mis ojeras eran propensas a aparecer con más frecuencia; mis ojos verdosos se veían cansados, supongo que mi trabajo lo requiere, ya que, después de los casos tan macabros que he tenido que ver, me han quitado el sueño impulsivamente; mis labios finos dejaban ver unos dientes casi amarillos debido a aquella época en que estaba con mi ex mujer y fumaba sin descanso, un cigarrillo tras otro debido a lo nervioso que me ponía con sus estupideces; mi cabello negro y canoso estaba peinado hacia atrás, ¿me hacía parecer más interesante? Debido a que iba a una reunión, me había vestido con traje y corbata de un gris claro, para que no fuera ni muy cantoso ni en plan funeral. Cuando bajé a desayunar vi a Emily desayunando y con la carpeta del homicidio de Elen Briskot justo a su lado, mientras comía lo leía, ¡será posible!

- Mmm, has madrugado - me dijo algo sorprendida, algo me decía que se había levantado tan temprano por aquella intriga que tenía sobre el caso de homicidio -.

- Parece que tu también - respondí, mientras me ponía el poco café que quedaba en la cafetera. Me volví hacia ella apoyado en la encimera y con el vaso que me había servido en la mano - ¿El caso de homicidio? - le dije, mientras señalaba la carpeta que estaba cotilleando sin mi permiso -.

- Esta mujer era stripper, tuvimos un caso sobre una infidelidad en que Ángel Normand tenía una relación con Elen... algo - claro, ahora me acordaba. La mujer de Ángel estuvo unos veinte minutos llorando sin parar en nuestra recepción preguntándose qué había hecho mal para que su marido se la pegara con una stripper -.

- Elen Briskot, ya la han identificado. Me acaban de llamar - le dije, mientras me sentaba a su lado para soltarle el sermón de la montaña sobre "no cotillees los casos que he prohibido que cotillees" - Sé que tu curiosidad puede más que tú, pero no quiero que te inmiscuyas en homicidios de este tipo, ni que veas estas fotos. Tienes quince años y esto no es material para una adolescente de tu edad, deberías pasar el día por ahí o simplemente leyendo cosas normales, no sé de fantasía o algo así; creo que te he arrastrado a esto y creo que no me va a gustar el resultado.

- Uno: Para mí leer sobre crímenes es algo normal y me encanta, lo cual, no vas a poder hacer nada, es la lectura que más me interesa y quiero aprender sobre ello. Dos: Que tenga quince años no significa que deba ser tan impresionable, puedo ver estas fotos como otras cualquiera, lo he visto en películas; además, no es que haya estado en la escena del crimen ni nada. Y tres: Yo quise ayudarte con algunos casos, quería ver si podía hacerlo con éste, disculpa si lo he hecho a tus espaldas - a continuación puso cara de cachorrillo asustado y no pude evitar sentir algo de empatía, entendía lo que hacía, yo lo hice teniendo un par de años más que ella y tampoco fui nada impresionable. Así que, le dí un beso en la frente y dejé que siguiera leyéndolo, ¿era un error, quizá? -.

Mientras conducía pensaba en el caso de Elen Briskot. La mujer de Ángel Normand se divorció de él y no quiso saber nada más de su vida, se lo comunicó a Emily horas después de salir de nuestra oficina, ya que, la mujer le dijo que necesitaba hablar con alguien y mi hija estuvo toda una tarde consolándola como una campeona, yo no podría haberlo hecho. Ángel siguió viendo a Elen Briskot, ya que, Emily quiso saber si ese tipo tenía algo de moralidad y se pasó por el lugar donde la chica bailaba medio desnuda y los vio besuquearse en la barra y metiéndose mano como si no hubiera un mañana; seguramente, el tipo que la mató fue Ángel, su motivo para matarla podría haber sido que Elen quería dejarle y el tipo no quería, hubo una discusión, la ahogó presionando su cuello fuertemente hasta que se quedó inerte en el suelo, le dio varios latigazos debido a la rabia que debió sentir y la tiró a la carretera. Sí, debió pasar algo así, debía hablar con el Comisario de la Policía para ver si todo encajaba, así que, aceleré para llegar lo más rápido que pudiera.

La sala de reuniones estaba repleta de agentes de policía y un par de inspectores que iban a guiar la reunión. Conseguí encontrar al Comisario tomándose una taza de café cerca de la sala, esperando a que estuvieran todos para empezar, así que, decidí interrumpirle para explicarle mis hallazgos.

- ¿Me está diciendo que ha pasado un día y ya tiene a un sospechoso? - me preguntó asombrado, no se esperaba tan buena noticia a primera hora de la mañana -.

- Ha sido una casualidad, a mi hija le sonó el nombre de la joven y me dijo que nosotros investigamos al tipo que estuvo con la stripper: Ángel Normand, tienen que investigarlo - le dije esperanzado, quería que todo esto se tuviera en cuenta en la reunión para poder avanzar -.

- ¿Usted conocía al sospechoso o lo llegó a investigar a fondo? - me preguntó con aquella voz altiva y profunda -.

- Sí, cuando un cliente viene lo que hacemos es investigar a la persona en cuestión antes de hacer nada más. Es el protocolo - le respondí de forma contundente - Lo tengo todo en esta carpeta, todo el caso Briskot.

- Muy bien, pues prepárese porque usted dirigirá la reunión - concluyó el Comisario sonriendo, tiró el vaso de plástico donde antes estaba su café y se dirigió a la sala de reuniones para anunciar que el detective Specer iba a dirigir la reunión debido a sus hallazgos -.

Estaba realmente sorprendido, con mis ojos desorbitados y algo nervioso por tener que subir a la tribuna, mirar a toda aquella gente y decirles que casi podíamos llegar a resolver el caso, que gracias a mí quizá lo resolverían quitándoles prestigio a ellos. Así es como fue, subí allí y empecé hablándoles de lo que recordé aquella mañana y de nuestro sospechoso número uno, el que se acostaba anteriormente con nuestra víctima.

- Esta mañana, cuando el agente Morrison me llamó para decirme que habían identificado a la víctima como Elen Briskot, hizo acordarme de que mi hija y yo habíamos investigado algo sobre esta joven o algo semejante, pero no sabía qué era exactamente. Cuando bajé a desayunar, Emily me dijo que investigamos ese caso seguro, ya que, fue un caso de infidelidad. La señora Emma Normand nos dijo que quería que investigáramos a su marido, era un tal Ángel Normand, así que, hicimos nuestro trabajo y le seguimos a un bar de strippers donde descubrimos que  Normand le era infiel a su mujer con la tal Elen Briskot. Por la forma en que se hablaban y cómo se tocaban, además de pasar todo el día juntos prácticamente, pudimos confirmar que tenían una relación - paré para beber un poco de agua, estaba sediento. Uno de los agentes sentados en la sala me interrumpió, parecía que tenía una pregunta surgiendo de su mente y sin poderla contener - Dígame, agente Lewins.

- Usted nos dijo que no conocía a la víctima, ¿cómo es que esta mañana se ha dado cuenta de que sí? - sí, era una buena pregunta pero, había dicho que lo investigamos mi hija y yo, si decía que había sido solo ella, ya que, se encargaba de este tipo de casos, no sabía si me creerían -.

- Mi hija fue la que se encargó de ese caso, por eso yo no la pude identificar cuando la vi. Tengo todas las fotos en la carpeta, por si quieren verlas... - añadí, para que supieran que lo que decía era verdad, aunque esa verdad viniera de una adolescente de quince años. No habían más preguntas, así que, proseguí - Primero investigamos al señor Normand, ya que, era el sospechoso de la infidelidad, no había otro; trabajaba en un banco, tenía unos tres millones de herencia provenientes de su abuela, todos sus familiares habían fallecido y tenía fama de ser un mujeriego, pero ahora su ex mujer decidió casarse con él en aquella época. El tipo tenía varias multas de tráfico, pero nada grave; así que, creo que el motivo por el cual Ángel Normand pudo cometer el asesinato de Elen Briskot es que quizá ella no quisiera seguir con la relación y él sí, quizá él quiso obligarla y, al ver la continua negativa de ella, el señor Normand decidió matarla porque ya no le servía. Además, creo que podríamos encontrar sangre de la víctima en el coche de Normand, si es que todavía lo tiene, debió transportarla hasta allí con un vehículo.

La mayoría de ellos tenían una cara complaciente, como si estuvieran satisfechos con la demostración de los hechos y de que todo cuadrara perfectamente, como en el Tetris. Seguidamente, todos empezaron la búsqueda de Ángel Normand, no se escaparía teniendo a todo un departamento de policía detrás de él, era imposible. El Comisario me dio las gracias como unas veinte veces por haber atado cabos tan genialmente, pero yo creo que no tenía tanto privilegio, solamente quiero encontrar al asesino porque es lo justo para la familia de la víctima y deben saber la verdad de lo que le ocurrió para que puedan vivir en paz. Cuando me dispuse a subir a mi coche, aparcado en el parking de la policía con permiso previo, me llamó Arlene, la psicóloga de Emily, comunicándome que ésta no había acudido a las dos últimas sesiones. La llamada me molestó, ya que, era la única ayuda que tenía mi hija para poder relacionarse e intentar confiar en alguien, pero parecía que toda la ayuda que le proporcionaba la echaba a la basura junto con todo el dinero que me costaba Arlene, era increíble.

Llegué a casa en veinte minutos, debido a que nuestra casa está a las afueras de la ciudad. Tenía un paisaje precioso, aquel que a Emily tanto le gustaba fotografiar en su tiempo libre, de hecho, le inspiraba gratamente escribir cerca del ventanal que daba a la montaña, decía que era mágico. Entré en casa y la vi sentada en el sofá con el portátil encima de las piernas, estaba escribiendo uno de sus relatos sobre crímenes, lo más seguro un homicidio de lo más complicado de resolver.

- ¿Qué tal la reunión? - me preguntó nada más me vio, realmente tenía curiosidad. Le encantaba saber que todo iba bien, pero yo debía decirle lo que no iba tan bien -.

- Quiero saber por qué no has ido a las dos últimas sesiones con Arlene, me ha llamado hace veinte minutos - le dije molesto y eludiendo su pregunta, sabía que no venía a cuento -.

- No me funcionan sus sesiones, sigo sin confiar en las personas y sigo sin querer estar con ellas. Creo que el único que no se da cuenta eres tú, es que simplemente no puedo - respondió defendiendo su posición. Sabía que era difícil para ella todo eso, pero no podía simplemente dejar de ir y ocultármelo, yo seguía gastando dinero -.

- Pues has tardado mucho en contármelo - sabía que le había dicho algo evidente, pero no tenía más remedio. Odiaba sermonearla tanto pero no había manera de hacérselo entender - Me gasto el dinero para que te ayuden, pero echas esa ayuda a la basura sin importar lo que me cuesta a mí.

- No la hecho a la basura, ella ya tiene bastantes problemas como para ocuparse de los míos - su respuesta me dejó perplejo, pero tenía que salir por otro lado para conseguir convencerla de lo contrario, se iba a hacer daño a sí misma y yo no podía permitirlo -.

- ¿Cómo que ella tiene bastantes problemas? No estamos hablando de ella, ¿sabes? Hablamos de ti y muy seriamente - mi tono de voz era un poco más alto, quería que entendiera cada palabra que pronunciara -.

- Tiene problemas con sus hijos, hará unas semanas que no los ve y cada vez que hablamos de temas familiares se pone tensa - respondió cerrando el ordenador, ésto se ponía más interesante -.

- ¿Te lo ha dicho? 

- No, lo he deducido. Hace unos meses tenía fotos de sus hijos por todas partes, aquello parecía un museo y resulta que hace un par de semanas que ya no tiene esas fotos por ninguna parte y la de su hijo de tres años la tiene boca abajo - siempre me dejaba impresionado, había sabido todo eso tan solo observando, era brillante y mi sonrisa hizo que la tensión se desvaneciera - Lo siento, no puedo seguir yendo a sus sesiones.

- ¿Has sabido todo eso solo observando lo de las fotos? En serio, estoy impresionado.

- Gracias, pero eso no cambia lo que te acabo de decir - se levantó un poco menos seria, cogió su portátil, me dio un beso en la mejilla como saludo y añadió -: Espero que haya ido bien la reunión de esta mañana.

Se fue a su habitación sin decir una palabra más. Entendía que era su espacio y que no podía meterme en sus no relaciones sociales pero, debía entender que era necesario que en un futuro no se quedara sola. Lo arreglaría con ella esta noche, le prepararía una ensaladilla rusa con unas rosquilletas, unas patatas fritas y un helado, sabía que esas cenas la animaban en gran medida.

Llamé a Emily a las ocho de la noche para cenar, me dijo que no tenía ningunas ganas pero, al oír la cena que le había preparado, se sentó en la mesa rápidamente. Cuando serví la comida, ambos seguíamos callados debido al sermón, pero cuando me senté en la silla para empezar a cenar, sonó mi móvil, eran los del departamento de policía, habían detenido a Ángel Normand e iban a interrogarlo, querían que estuviera presente por si el tipo no hablaba y tuviera que utilizar una táctica de interrogatorio más eficaz. Esta era la oportunidad para hacer que Emily volviera a hablarme: que viniera a presenciar el interrogatorio des del otro lado del cristal.

- Son de la Policía, tienen a Normand - ella seguía con la cabeza gacha, mirando su plato de ensaladilla, así que, insistí - Van a interrogarle y quiero que me acompañes.

- ¿Quién? ¿Yo? - me preguntó sorprendida, creo que lo había conseguido -.

Aquel tipo y, tal vez el asesino de Elen Briskot estaba en la sala de interrogatorio fumándose un cigarrillo y parecía que no cooperaba ni lo más mínimo con el Inspector Daniel's, por lo que, el Comisario me pidió que entrara para sonsacarle el asesinato. En primer lugar, no sabía cómo narices conseguirlo si el tipo se cerraba en banda y no soltaba ni una palabra y en segundo lugar, le daba asco la policía y estábamos justo en un departamento, dudaba que pudiera sonsacarle algo pero, entré en lo que parecía el mismísimo infierno lleno de humo por todas partes debido a los tres cigarrillos seguidos que se había fumado. Me senté en la silla justo delante de él, con semblante serio y con la carpeta del caso en la mesa, le miré fijamente para que sintiera que le estaba observando cada poro de su piel, que no me daba miedo y que estaba cabreadísimo porque no decía una palabra. Su pelo era de un color castaño y rapado al uno, sus ojos era grises claro, nada penetrantes y con unos labios finos con aliento a tabaco y  algo de alcohol, debido a que lo encontraron en un bar; su piel estaba sucia, como si hubiera estado debajo de un coche arreglándolo, parecía perdido pero cabreado y cerrado en sí mismo.

- ¿Sabe? Es la típica persona a la que odio: sucio, mujeriego, alcohólico, aleja todo cuánto podría importar y parece alguien que no tiene a nadie a quien acudir, usted simplemente es otra basura que han echado al contenedor más cercano. Sus tiempos en aquel banco ya pasaron y ahora parece que no tiene ni un duro porque ha liquidado los tres millones de herencia que le dio su abuela, es un perdedor Normand... Además de un asesino, matando a la mujer con la que le ponía los cuernos a su ex mujer, ¿no tiene verguenza?

- No sé qué quiere de mí, pero me estoy aburriendo jodidamente - respondió con voz pesada, parecía que no tuviera nada que perder, lo peor es que era la verdad - Me estaba bebiendo un jodido buorbon cabronazo y me han interrumpido mi hora feliz, joder. No va a sacarme nada, porque como bien dice, soy un perdedor y un alcohólico; si tan seguro está déjeme en paz de una puta vez.

Me levanté de la silla y salí fuera junto al Comisario, el Inspector y Emily, lo único que teníamos eran unas pruebas de la sangre de la víctima en el coche de Normand que no eran concluyentes, la policía no podía retenerlo, no tenían nada y se iba a ir de rositas. Emily nos miró a los tres y muy seriamente hizo la petición que más tarde haría que la policía cerrara el caso:

- Dejadme hablar con él, lo mismo puedo hacer que hable. He investigado un poco su infancia y a la stripper, quizá pueda seguir por ahí - me quedé anonadado, no podía creer que estuviera pidiéndole eso a un Comisario y a un Inspector y, mucho menos, a su padre; lo que me sorprendió era que éstos estaban tan desesperados por conseguir una confesión que aceptaron la petición haciendo caso omiso a que ella tenía quince años y que eso no podía hacerse de ningún modo -.

- Tranquilo, pondremos el nombre de otra mujer en el informe y punto, nadie se enterará de que tu hija participó en el interrogatorio de un supuesto asesino - intentó tranquilizarme el Comisario tan seguro de sí mismo como siempre, mientras mi hija entraba en la boca del lobo -.

Durante un rato, Emily le hacía preguntas aleatorias sobre su infancia: dónde nació, en qué casa vivió, cómo era su familia... hasta que llegaron a la clave del asunto, Ángel Normand fue maltratado por su madre repetidas veces utilizando un látigo, le dejaba la espalda llena de cortes profundos y él se pasaba los días intentando alejarse de ella sin éxito. 

- Así es como lo hacía, ¿verdad? - le enseñó la foto con los cortes en la espalda de Elen Briskot, él asintió con lágrimas en los ojos y pareciendo un corderito indefenso - Así es como ella te influía, así es como te hacía sentir, como un animal indefenso que, cuando tuviera cierta edad y atacara a su novia stripper, también hiciera lo mismo - silencio, Normand sabía que eso era una afirmación trampa, Emily tenía que entrarle por otro sitio - Creo que Elen era una joven que te atraía muchísimo, era una chica con toda la vida por delante pero, hacía lo mismo que tu madre: era stripper, eso que tanto odiabas de ella. Estoy segura de que Elen te dio la negativa a veros más, te daba negativas como hacía tu madre, te negaba todo...

- Elen no quería que nos siguiéramos viendo y yo sí quería. Dijo que me vio con una compañera suya en un bar y que ya no quería saber nada de mí - ahora sus lágrimas en los ojos eran sustituidas por una oscuridad tan profunda en sus ojos que no supe cómo Emily podía permanecer delante de él sin inmutarse lo más mínimo - ¡Yo la quería!

- No lo ha demostrado muy bien. Ahora es el momento de hacerlo, de decirle cuánto la amaba y darle paz, creo que eso lo necesita para librarse de la mujer que le pegó durante años y que hizo que se dejara llevar con Elen, ella no se merecía esto, ¿verdad?

- Todo fue mi culpa... no pude salvarla... no pude... - el detenido se movía hacia delante y hacia atrás como si fuera un niño asustadizo, llorando como un bebé, casi a punto de confesar -.

- ¿Por qué fue su culpa? - Emily por fin iba a por todas -.

- Porque ella quería escapar de mi oscuridad, quería escapar del monstruo que hay en mi interior, quería pensar que yo no era así y que tenía algún tipo de esperanza, que estando con ella lo dejaría todo atrás: a mi madre y gustarme tanto las chicas, pero fue imposible. Tuve que hacerlo, tuvo que morir al igual que lo hizo mi madre...

- Lo hizo usted, ¿verdad? - Normand asintió - Bien, gracias por confesar, seguro que ella puede perdonarle ahora.

Unos días después, me avisaron de que Ángel Normand estaba en una de las cárceles más seguras y que le diera las gracias a mi hija. La verdad, no sabía exactamente cómo había hecho todo eso ella sola, con tan solo quince años le hizo confesar a un tipo que antes de que ella entrara estaba completamente negado a hablar y pasaba de todo lo que le ofreciéramos para que confesara. Iba a dejar que Emily forjara su futuro escribiendo sobre crímenes, perfiles criminales, que me ayudara a investigar homicidios y que participara en alguna que otra detención, creo que la hace sentir mejor y creo que podría formar parte de ésto sin ningún problema. He hablado con Arlene y le he dicho que Emily no quiere asistir a sus sesiones, que le están haciendo más daño que otra cosa y que no podría soportar que eso pasase, iba a dejar que ella decidiera por sí misma, ya que, en ese interrogatorio me demostró que ya no era una niña; he dejado de preocuparme de que ella pueda quedarse sola cuando yo no esté, ya que, me he dado cuenta de lo independiente que puede llegar a ser y lo responsable que es con todo, creo que podría llevar una vida por sí misma.

Así que, a partir de ahora, el detective Spencer va a tener a una ayudante brillante que va a poder participar en los casos de forma completa pero con algunas restricciones, aunque las odie. La resolución de crímenes puede hacer que una familia se reencuentre...








Comentarios

  1. Admito que al ver la foto inicial me imaginaba el texto ambientado unas cuantas décadas atrás, pero poco después de leer he visto que me equivoqué jaja. Bueno, época al margen, se trata de un texto con dosis de misterio, crimen y relación familiar.

    Está bien resuelto si la idea era hacerlo del tirón y no por capítulos para no acelerar la resolución del caso. Y por la forma en que acaba, no me sorprendería si algún día hubiera una nueva historia de esta familiar pareja de detectives. ¡Un saludo!

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    1. Lo sé, pero en realidad, ha sido la primera foto que he pillado y me ha gustado no tenía nada que ver con las épocas. Sí, tiene un poco de todo dado que me gusta fundir varias cosas en una para sacarle más partido a la historia.

      Gracias por el comentario, como siempre :)

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