Asesinato Macabro II: Muerte




Resumen "Asesinato Macabro I": Este relato hablaba sobre la muerte de un joven llamado Jack Mitowski, hermano de James Mitowski, el cual, fue el psicópata que mató también a la agente de policía Rose, la que trabajaba en ese mismo caso. Rose iba detrás de una pista y entró en la taberna donde le dijeron que iba la víctima para interrogar a los moteros, pero nadie quería aportar información para saber un poco más sobre el caso, así que, cuando se iba vio a un hombre algo sospechoso, fue tras él, pero éste fue más rápido, la durmió con una sustancia muy potente y la llevó a la fábrica donde posteriormente la encontraría el Sargento Thomas y su equipo. Cuando Rose se vio colgada de aquella manera, comprendió que iba a ser la próxima víctima de James Mitowski.

La fábrica estaba situada en otro polígono industrial algo más apartado del centro y alejado de otras fábricas que seguían en funcionamiento, esto me dijo que debió dormir a la víctima antes de llevarla allí y colgarla, debió de ser una sustancia bastante potente, ya que, lleva un tiempo poner en esa posición a la víctima y llevarla desde el sitio donde las elige hasta la fábrica en la que quiere realizar el trabajo. Cuando encontramos esa fábrica y conseguimos abrir la puerta, ya que, se había atrancado, vimos quién era la víctima y, literalmente mi corazón dio un vuelco, mis ojos estaban posados en ella sin poder dejar de mirarla, sin poder dejar de pensar en su antigua y preciosa sonrisa cada vez que celebrábamos la resolución de un caso y sus hermosos ojos azules, los cuales, no estaban, ese hijo de puta se los había arrancado. La víctima era Rose, la agente de policía no tan novata que era especialista, sobre todo, en averiguar la personalidad y la mente de los delincuentes orientándose tan solo en los actos que realizaban, era brillante aunque pareciera que yo no le diera tanta importancia, hubiera tenido un futuro increíble en mi departamento.

Esta situación, este momento tan horrible que estábamos viviendo, lo paró todo por completo. Esta joven tenía veintisiete años, era algo inexperta en la vida y era de lo más responsable en su trabajo, le gustaba mejorar y era aquella mujer de la que me había enamorado desde el momento en que consiguió resolver el caso más difícil en el que nos encontramos con un traficante de armas; su sutiliza, confianza en el equipo, destreza y respetuosa con la autoridad, me dijeron que aquella debía ser la mujer que yo había estado esperando, pero el hecho de ser Sargento me echaba para atrás, ya que, es preferible no salir con alguien del trabajo, para evitar situaciones incómodas; realmente, todo eso nos dio igual, así que, salimos solo un par de veces, teníamos muchísimo trabajo y siempre posponíamos la siguiente salida. Por lo que, verla así, colgada de esa manera como si fuera un animal al que iban a sacarle las tripas me causó tanta impresión, dolor y muchos recuerdos que tuve que salir fuera de aquel lugar, no me encontraba muy bien y necesitaba aire, aquello me dejaba sin respiración.

- ¡Sargento Thomas! - y ya estaba aquí el friki, con su pelo castaño enmarañado, sus gafas bastante sucias, su bata blanca y sus guantes del mismo color que la bata, era una rata de laboratorio, estaba clarísimo; siempre iba detrás de mí mostrándome todos sus progresos. Aunque esta vez, no iba a quejarme, se trataba de Rose; me giré hacia él aún con el semblante serio - Siento mucho lo de Rose, sabía lo... lo... unidos que estaban, ya sabe... - parecía que sabía algo sobre lo nuestro, era normal, ya que, Rose era una de las chicas que les encantaba ir con las ratas de laboratorio, decía que le parecían interesantes, se habían hecho muy amigos durante los cinco años que llevaba allí con nosotros -.

- Gracias, Sean - le dije bajando un poco la cabeza, aún no sabía cómo encajar aquello - ¿Habéis encontrado algo? - le pregunté ansioso, necesitaba tener algo para ir detrás de ese tipo -.

- Sí, señor. Encontramos esta nota en un zapato que parece que al asesino se le olvidó llevarse, cosa extraña. Mire - me dio la nota, aquella era sin duda la letra de Rose, debió de escribirlo cuando tuvo un solo segundo para respirar -.

"No soy el único cuerpo. Encontraréis varios por otros polígonos industriales. Por favor, buscadlos. James Mitowski está nervioso y algo descuidado, jugad con eso. Rose." Por lo que leía, Rose seguía viva y sabía que iba a morir, con lo que, estaría totalmente desarmada, le tuvo que suministrar una sustancia en su cuerpo para dormirla, llevarla a aquel lugar y desvestirla, aunque parecía que en algún lugar recobró un poco la conciencia para escribirnos aquella nota y metersela en el zapato. Decía que el joven estaba nervioso y descuidado, quiero saber por qué, debe haber algo... tenía que preguntarle al agente Jones, él llevaba investigando el caso desde el principio, siempre estaba en la oficina, decía que la investigación no estaba en la calle sino, en la silla. Pero esta vez, ha venido, acababa de aparcar su coche al saber que la víctima era Rose, no podía dejar pasar aquello.

- Hola, Sargento - me dijo algo serio - ¿Qué tenemos?

- ¿No entras a ver el...? - fui incapaz de terminar la frase, pero Jones ya sabía a qué me refería, así que, no hacía falta ni intentarlo -.

- Sí, ahora mismo iba. Lo siento mucho, Thomas - asentí como agradecimiento -.

- Ves a... verla y ahora te cuento.

Jones era un joven bastante fuerte, delgado, moreno y con unos ojos castaños que hacían ver que era un buen chaval, pero sabía que después de ver aquello, no podría volver a dormir. Salió de allí rápidamente, vomitando y sudando, le había dado un ataque de pánico, tenía un miedo a la muerte bastante intenso y ver a su compañera de departamento de aquella manera le había causado impresión.

- Mejor investigar el caso desde una silla, ¿verdad? - le dije mientras me acercaba a él para ver si se encontraba mejor y me sentaba a su lado -.

- Dios... está como... como... ¡un trozo de carne! - me respondió sentado a mi lado con las manos tapándole los ojos, realmente estaba indignado - Ese tipo está perturbado, yo...

- Necesito que me cuentes todo lo que sepas sobre el caso, quiero saber más sobre la vida de ese cabrón - le dije subiendo algo más la voz - Lo que tenemos es que Rose dejó una nota en su zapato, decía que seguramente hay más cadáveres en otros polígonos industriales, y que Mitowski está nervioso y descuidado, aún no sé por qué. Quiero saber por qué la mató.

- Bueno, ella me dijo que tenía una pista. Me llamó diciéndome que iba a ir a aquella taberna de moteros que hay a las afueras del centro, quería saber si alguien vio a Jack Mitowski allí antes de convertirse en víctima de su hermano - me dijo, tenía sentido pero, ¿por qué mataría a su propio hermano? - Jack había ido a su antigua casa en Rusia para saber qué les había pasado a sus padres, murieron en un incendio, sospeché que Jack se lo recriminaría a James y éste se vio en la necesidad de matarle.

- ¿Insinúas que James mató a su familia? - Jones asintió - ¿Por qué?

- Supongo que James no se sentía tan querido como Jack. Su familia era complicada, según me comentó su abuela, James siempre quería lo que tenía Jack y su familia tenía miedo de su hijo mayor, decían que era violento y podía hacerle daño al pequeño, no le dejaban jugar con él ni con los niños fuera de la calle, se acabó frustrando. Creo que tenía envidia de Jack y lo mató cuando éste descubrió que la muerte de sus padres no había sido un accidente, sino que, la provocó su hermano mayor.

Toda aquella información era consistente y valiosa, tanto que James podría saber que su abuela había hablado con varios agentes de policía y podría ir a por ella, a no ser, que ella ya estuviera en su plan desde el principio. Le dije a Jones que fuera a comprobar si la mujer estaba bien y que enviara una patrulla para que la protegiera, no quería arriesgar esa fuente de información, necesitaría hablar con ella en otra ocasión más a fondo. Busqué en mi móvil en todos los periódicos antiguos hasta encontrar aquel incidente en Rusia, quería saber qué día había sucedido: el veinte de marzo de dos mil tres, "una familia murió en un desgraciado accidente dejando a dos niños huérfanos", menuda patraña. Ahora sabía exactamente por qué Mitowski estaba nervioso y dejó en la escena del crimen el zapato con la nota de Rose, sin darse cuenta, por qué se había vuelto tan descuidado... la razón era que faltaban dos días para celebrar el aniversario de la muerte de sus padres; según Rose, teníamos que jugar con eso, después se volvería más fuerte y seríamos incapaces de atraparle.

Mitowski debía de estar bien escondido, porque las patrullas de busca y captura no estaban haciendo muchos progresos. Hacían rondas por las calles, sobrevolaban Nueva York, vigilaban su casa y, ahora los diferentes polígonos, parecía que estuviera acorralado pero no había manera de encontrarle. ¿Y si había decidido celebrar el aniversario de la muerte de sus padres en la casa en la que los incendió? Llamé  inmediatamente a todos lo aeropuertos activos para que estuvieran al tanto de que el asesino que había matado a un agente de policía podría ir por allí para reunirse con su familia muerta y rememorar todo el rencor acumulado, era de locos, pero seguro que para él todo aquello era normal. Todo estaba bajo control, tenía todas las franjas cubiertas y, si el tipo no aparecía, iría personalmente a Rusia para encontrarle si hacía falta. Cuando matas a un policía, todos se vuelven contra tí; mientras tanto, otras patrullas habían encontrado ya cinco cuerpos más en otras fábricas y a la espera de encontrar más; unos llevaban más de seis días, otros incluso diez, así que, esperaría a la identificación de las víctimas.

Mientras esperaba que todo esto culminara y estuviera bajo control, quería ir a hablar con la abuela de Mitowski. Es una persona importante, ya que, nos puede aclarar muchas cosas sobre el comportamiento de su nieto el perturbado; la mujer estaría destrozada y muy nerviosa con todos los medios de comunicación estorbando en su puerta, llegan a ser insoportables. Me subí al coche y llamé a Jones para saber si la mujer se encontraba bien, su respuesta fue afirmativa, por lo que, al darme la dirección, me dirigí hacia allí a toda prisa, no podía perder ni un minuto. Sabía que me estaba comportando más como un agente que como Sargento, pero no podía dejar esto en manos de otros y yo no ocuparme, quería que toda esta pesadilla acabase, quería que ese tipo estuviera en prisión y quería que siguiera estando descuidado, me interesaba completamente, ya que, aparecería en el aeropuerto como cualquier otra persona normal y acabaríamos pillándolo, esperaba esa llamada con grandes ansias. Mientras pensaba en lo volátil que era la vida, un día podías estar vivo y al siguiente muerto, es algo que no elegimos, es algo que no queremos, preferiríamos ser inmortales, jóvenes y que nunca nos arrugáramos, pero la vida no está hecha a gusto de todos, ¿verdad? Todas las jodidas cosas tienen que ser complicadas y la vida te suele quitar a otra vida para que te des cuenta de lo cruel que puede llegar a ser el mundo; a veces, entiendo a aquello delincuentes que no entienden por qué narices viven en este mundo, por qué tienen que estar aquí si solo se dejan llevar por sus impulsos, por qué no pueden matar a gente que sea mala o a otros como ellos, los policías tendríamos ventajas, pero no seríamos honorables, por supuesto. En este mundo solo nos tienen que calificar por profesión, por quién fue tu padre, si eres rico, pobre, dependiendo de qué grupo de fútbol seas... y si eres diferente te juzgan, ten claro que no vas a salir de eso fácilmente y que te van a putear hasta que no puedas respirar. Y así es mi vida... siguiendo a un psicópata.

Llegué a casa de aquella mujer mayor, pelo blanco, ojos castaños, agradable sonrisa y muy amable. Me invitó a sentarme en el sillón de su salón para hablar de sus nietos, la verdad es, que parecía estar por la labor de cazar a ese hijo de puta, pero yo no sabía ni por dónde empezar. Mis compañeros estaban fuera protegiendo la casa por todo su alrededor y Jones estaba sentada a mi lado, en otro sillón, quería formar parte del interrogatorio.

- He visto las noticias, una mujer policía ha muerto, ¿verdad? - me preguntó para romper el hielo. Yo asentí y miré mis manos, por lo menos, sabía que no quería hablar de ello - Lo siento mucho.

- Gracias, señora Mitowski - le respondí educadamente. Aunque quería empezar a hablar en serio, quería saber más sobre su familia y si estaba dispuesta a ayudarnos en lo que pudiera - ¿James era violento desde el principio?

- No, claro que no. Al principio fue un niño muy cariñoso con nosotros, muy inquieto y bastante curioso, le encantaba estar con su familia y en los brazos de su madre, siempre le sonreía y le daba besos, era muy tierno - después de decir esto, le cambió la cara, empezando a hablar de cómo cambió su nieto - Cambió cuando su madre tuvo a Jack. Ella se ocupaba más del bebé y pasaba más tiempo con él al ser mucho más pequeño, James ya empezó a saber qué era la envidia, desgraciadamente - bajó la mirada al suelo, triste y de culpabilidad -.

- Siento mucho tener que preguntarle esto pero, ¿usted cree que James mató a su familia? - se lo pregunté delicadamente, pero la mujer ya tenía sus ojos algo aguados a causa de las lágrimas y el dolor que sentiría al haber perdido a su hija en aquel incendio a manos de su nieto -.

- Jack vino echo pedazos aquí, a contarme que había descubierto que su hermano había matado a nuestra familia, que había ido a Rusia y había estado hablando con algunos contactos que tenía del trabajo. Poco a poco fue viendo que todas las pruebas iban en dirección a James, que su hermano mayor no era de fiar y, si había sido capaz de matarles a ellos, también sería capaz de matarnos a nosotros - las lágrimas corrían por sus mejillas, así que, Jones le cogió las manos de forma comprensiva, dándole fuerzas para continuar - Jack siempre había tenido el presentimiento de que su hermano quería hacerle daño, que no le quería, por eso hizo lo posible por mantenerme lejos de él, diciéndole que yo había muerto, registrando mi muerte y haciendo como que yo no existía para que no viniera a por mí.

- Cuando ocurrió el incendio, ¿dónde estaba usted? - me pareció extraño que toda su familia muriera en aquella masacre y ella siguiera viva -.

- Yo vivía en Nueva York desde hace bastante tiempo, yo solo iba a visitarles tres o cuatro veces al mes para saber cómo les iba todo y para ver a los niños. Cuando sucedió yo estaba aquí, me llamaron por teléfono y me lo dijeron - respondió -.

- ¿Y cómo la encontró a usted Jack?

- Una mujer lo vio vagando por las calles, llamó a la policía y éstos, a servicios sociales para que buscaran algún pariente cercano, no lo encontraban, así que, casi lo dan en adopción, cuando la hija de una amiga mía que trabaja en servicios sociales me llamó para decirme que mi nieto estaba allí y que podía ir a recogerlo cuando pudiera. Fui de inmediato y lo crié aquí, en mi casa - dijo sonriendo de oreja a oreja, se notaba que estaba orgullosa de él -.

- ¿Jack mantuvo el contacto con su hermano después de aquella masacre en Rusia?

- No, me contó que James le dejó en el aeropuerto en un banco, como si fuera un perro. Le dijo que no quería saber nada de él nunca más.

- Es decir, que no tuvieron contacto hasta ahora...

- No tuvieron contacto hasta que Jack descubrió lo que hizo James en Rusia, fue a su casa a recriminárselo, le dije que no fuera, pero no me hizo caso, yo... - sus manos se taparon la cara, quería muchísimo a su nieto pequeño, seguro que podíamos hacer que testificara contra James utilizando las pruebas que encontró Jack - El chico solo quería hacer justicia a su familia, vio completamente injusto lo que les sucedió.

- ¿Cómo supo Jack dónde vivía su hermano? - preguntó Jones, algo perplejo. El joven parecía bastante inteligente, pero no tanto como para adivinar la dirección de su hermano el psicópata -.

- Estuvo investigando durante un par de años, buscándolo por todas partes, de hecho, me comentó que tenía un contacto en la policía que le ayudó a encontrarle - respondió la mujer con las manos temblorosas -.

- ¿Usted testificaría en contra de James Mitowski utilizando las pruebas que encontró Jack y si encontráramos pruebas de los últimos asesinatos para condenarle?

- Por supuesto, yo ya no conozco a ese chico, no sé cómo ha podido hacer todo lo que ha hecho...

De repente, sonó mi móvil, era una mujer que trabajaba en uno de los aeropuertos en lo que había dado la voz de alarma, habían visto a James Mitowski, estaba haciendo cola para coger un billete de avión, así que, debíamos darnos prisa. 

Tuve en frente a James Mitowski durante horas, a aquel perturbado que hizo todas aquellas masacres a aquellas personas que pensaba que eran sus enemigos, que todos ellos eran su hermano, al que estaba matando una y otra vez. Recreaba ese momento repetidamente porque era el único que le hacía sentirse vivo, no le importaba si era un hombre o una mujer; además, confesó sin ningún tipo de problema, ya que, era un egocéntrico y quería que su trabajo se viera recompensado y visto en televisión, que dijeran su nombre en todas partes y que nombraran a todas sus víctimas, escuchando solamente el de su hermano. Estaba dolido porque le dejaron de lado al haberse vuelto violento con Jack, el hermano perfecto, había sido un caso de envidia extrema, quería que sufrieran todos ellos como había sufrido él; James se nombraba a sí mismo como un artista, como alguien que sabe esconderse muy bien. No podría celebrar el aniversario de la muerte de sus padres en Rusia, sino en la cárcel, el lugar donde debía estar, el lugar en el que le iban a condenar a la silla eléctrica sin ningún tipo de miramiento, estaba totalmente seguro.

Rose tenía razón, pudimos aprovechar el momento en el que Mitowski se sentía más débil, hasta eso fue capaz de percibir antes de morir, ella sabía lo del incendio y supuso que fue su hermano mayor, siempre había sido así de inteligente. Quería recordarla de aquella manera, quería recordar aquella sobrecogedora sonrisa y aquellos azulados ojos, quería recordar aquellos labios que pronunciaban palabras hermosas e interesantes cada vez que nos veíamos. Aunque no pudiera quitarme de la cabeza la forma en que la dejó, no podría dormir por las noches durante mucho tiempo, no podría acercarme a una mujer dándome algún tiempo para pasar página, ni poder hablar con total normalidad con todo el mundo; iba a cogerme unas vacaciones, necesitaba un descanso después de esto. Procuraría recordarla como era, como me hacía sentir y como lo feliz que era al resolver algún caso, todo esto era su vida y era también la mía...









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