Almas absorbidas:





Había llegado de la librería, donde había comprado varios libros que me gustaban porque desde que empecé a trabajar en el periódico que había perdido el hobby y el hábito por falta de tiempo.

Por fin estaba en casa después de una larga mañana, en el periódico había un revuelo tremendo, ya que, todos querían cubrir la noticia de la amante del Jefe de nuestra misma empresa, pero ya que a mí no me interesaba, vine a casa para leer y descansar la mente.

Lo primero que hice fue darme una ducha y con el pijama ya puesto, me senté en el sofá color rojo oscuro que había comprado no hacía muchos días. Era bastante cómodo y desde que lo compré que no había tenido queja alguna.

El libro que escogí para leer fue el que más me llamó la atención por falta de título y una portada bastante neutra, ya que, era de tapa dura y de un color beis; me intrigó por el hecho de no tener título, daba lugar a resolver un enigma pero que ni sabías cuál sería. Lo curioso era que, conforme iba leyendo la historia me iba absorbiendo poco a poco, de tal manera que estaba completamente concentrado en ello y sin apartar la vista del libro.

La historia trataba de una pareja muy feliz, en la que los dos se compenetraban muy bien y sentían que estaban vivos cada vez que se miraban a los ojos, cada vez que se acariciaban el rostro, incluso sin articular palabra. Un día, en el pequeño apartamento que tenían a las afueras de Londres, el joven se sentó a leer un libro sin portada y sin título, lo que le pareció curioso pero le absorbía por completo. Decía que en aquel libro que leía, aparecía una criatura bastante curiosa: era un hombre alto de unos 2 metros y bastante musculoso que solía llevar una larga gabardina negra y un sombrero del mismo color para que no se le pudiera ver la cara, tenía unos ojos rojos que mostraban la maldad que florecía en su interior como algo que quisiera salir pero que lo hacía de la manera más atroz posible. Sus manos... no eran manos, eran una especie de garras con unas uñas bastante afiladas y siempre ensangrentadas. Mientras leía esto, salió una sombra del mismo libro, y él se quedó parado, ¿cómo podía ser eso posible?

- ¿Qué...? ¿Quién...? - No conseguía articular palabra, ya que, la sombra que había aparecido delante de él era el mismo tipo fornido que salía en el libro que leía -.

- Te aclararé las dudas... - le contestó a su anterior pregunta titubeante con una voz profunda - Soy el tío al que jamás han amado, al que nunca han respetado y al que encerraron en una cárcel para que no saliera - señaló el libro que tenía en las manos - ¿Has terminado el libro?

- Acabo de... empezarlo - miró hacia abajo donde estaba el libro y vio que ya no había nada escrito. Sus ojos se abrieron y concluyó - Pero sigo sin entender nada, usted estaba en mi libro y ahora no hay nada.

- Qué pena que no hayas terminado el libro porque sino, estarías aterrado - le dedicó una sonrisa de desprecio y añadió quitándose el sombrero y dejando ver su cara - Ahora es cuando te mato.

Me quedé paralizado cuando vi que aquella sombra saliendo del libro del joven estaba ahora saliendo del mío, pero aún no había terminado el...

- Desgraciadamente, no vas a poder acabarlo - me guiño un ojo con fanfarronería, me dí cuenta de que también podía leerme la mente, y continuó con su discurso - Necesito tu alma para vivir y para transportarme a otro libro, es la maldición a la que la bruja de Norwand me sometió, necesito un alma curiosa como para comprar un libro que no tiene portada, normalmente las personas no los leen pero a vosotros los curiosos os encanta y no podéis evitarlo, sois humanos.

- El joven de este libro existió de verdad y le mataste para obtener su alma... - afirmé atando cabos - La verdad es que esto es de locos - le dediqué una sonrisa de completa incredulidad -.

Y exactamente como sucedía en el libro con el joven, el hombre alto se quitó el oscuro sombrero y se le vio la cara por completo: la tenía llena de cortes, grietas, quemaduras y sus ojos estaban completamente bañados en sangre. Al principio, sentí un pánico terrible porque sabía qué iba a suceder a continuación pero, al mismo tiempo, sentí cierta empatía y vi más o menos cómo se debía sentir con aquella cara y aquel cuerpo lleno de cortes y grietas, señal de que había pasado por situaciones dramáticas como maltratos o torturas.

Se sentó en la mesilla del salón en frente de mí y, antes de que yo pudiese reaccionar, sus ojos penetraron en los míos y noté todo mi cuerpo paralizado completamente; después empecé a ver toda la vida de aquel hombre que habían tratado tan cruelmente: lo habían secuestrado para meterlo en un centro donde torturaban a la gente y experimentaron con él, fue sometido a todo tipo de cosas horribles. No podía soportarlo ver aquello a través de sus ojos y le imploré a gritos que parara.

- Tu lo has pedido - le dijo metiendo sus garras en mi pecho atravesando la carne hasta agarrar mi corazón y notaba cómo lo cogía desde el interior -.

Absorbió todo lo que tenía dentro, como cuando se absorbe un zumo con una pajita. Ahora estoy en un lugar donde tengo mi vida dentro de un libro donde nada puede pasar salvo que alguien curioso lo lea y yo acabe desapareciendo también...

















Comentarios

  1. Una interesante historia Laura, guarda algunas similitudes con la que leíste de mi, eso es innegable. No sé si eso ha tenido algo que ver o no, pero me ha gustado. La sensación de quedar la persona protagonista atrapada en el libro, le ha dado al final el toque de angustia acorde con el resto del relato, bien logrado.

    ¡Un saludo!

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    1. Muchas gracias por tu comentario. El sentido que le dí a este relato fue el hecho de que los lectores más aficionados a la lectura y demás, nos quedamos como atrapados en ese mundo de imaginación que nos engloba en un libro, que aunque no quieres te atrapa en él para que leas cada palabra, para que te pongas en el lugar del protagonista y sientas lo que él mismo siente.

      ¡Un saludo!

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  2. Un relato que si te metes en la historia te imaginas el hombre con rostro marcado y ensangrentado, y como te absorbe el corazón, Un relato que te deja con un ay en el corazón. Un abrazo

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    1. Ese ay es el que me inspira tanto para escribir este tipo de relatos. Me alegro de que te haya gustado, un saludo y gracias por pasarte y dejar un comentario :)

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    2. Ese ay es el que me inspira tanto para escribir este tipo de relatos. Me alegro de que te haya gustado, un saludo y gracias por pasarte y dejar un comentario :)

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